Una docena de huevos a Santa Clara

Hoy una seguidora del blog me ha preguntado si conocía la historia de llevar una docena de huevos a Santa Clara para que no llueva el día de tu boda. No he sabido contestarle y por eso he decidido informarme un poco y explicaros que tenéis que hacer para que el día de vuestra boda sea el más soleado y bonito del año.

Esta tradición se remonta al siglo XIII. La mayoría de las bodas se celebraban al aire libre y por eso era fundamental que las novias llevaran una docena de huevos al convento de las clarisas  para que le rezaran a Santa Clara y que ella intercediera por la pareja para que el día del enlace hiciera buen tiempo.

Antiguamente se tenía la superstición de que la lluvia en una boda traía desgracias para la nueva familia y que haría llorar a la novia para siempre.  Por eso la encargada de ir al monasterio de clarisas más cercano y hacer la ofrenda a Santa Clara es la novia.

Actualmente se ha convertido en una costumbre muy popular y todas las novias, se casen por la iglesia o por lo civil, van a ofrecerle su docena de huevos a la Santa. ¡Algunas llevan más de una para asegurarse bien! Normalmente suelen ir los novios a visitarlas y les entregan en persona la ofrenda, aunque también se puede hacer de forma anónima, dejando en el torno la docena de huevos con una nota en la que pone el nombre de los novios y el día del enlace.

Por otra parte, seguro que también conoceréis el refrán «novia mojada, novia afortunada». Así es que no os preocupéis si al final llueve el día de vuestra boda, lo importante es disfrutarlo y hacer que esa fecha sea inolvidable.

Y si no siempre podéis hacer un «Singing in the rain» con vuestra pareja, ¿no os parece divertido?